Este Monólogo musical hace una reflexión sobre la vida y sobre la mujer, partiendo de su propia historia y haciendo un recorrido musical que fusiona sonidos urbanos con ritmos folclóricos de la Costa Pacifica y Atlántica, como el chande, el zambapalo, el golpe de currulao y algunos ritmos latinos como el cha cha cha, el bolero y la salsa.